El Genil cuando pasa por Granada
camina dócil arrastrando todo,
sin que se note, fabricando el lodo
que luego deposita en la vaguada.
Genil Genial anhela una tirada
que crezca, arrastrando de ese modo,
-y yo, libre, a ello me acomodo-
lo que cada uno aporte a la riada.
Una sola edición que crece, abierta
para que cada uno deposite
lo que queira, al paso por su puerta.
Esto que os propongo es un envite
para que mi Granada abra su huerta
y el mundo entero guste su convite.
Autor: Fifi Ganma